La Federación Asperger Andalucía manifiesta su adhesión al día Mundial de concienciación sobre el autismo:
El “autismo” hoy se concibe como un espectro, heterogéneo, neurodiverso y con diferentes formas de afrontar su abordaje y sus necesidades. Por ello la representatividad de tan variado colectivo no puede ser asumida por una entidad sino por un movimiento tan variado como el propio espectro.
Hoy en día, más que nunca y facilitado por el desarrollo de las comunicaciones digitales, las propias personas dentro del espectro, empiezan a ser capaces de dar a conocer su visión y a compartirla con el resto de la sociedad. Tienen el derecho de ser escuchadas en primera persona. Debemos facilitarles el camino, entender su perspectiva y apoyarles en el camino de su integración en la sociedad. Es importante pues concienciar sobre el autismo, sobre la heterogeneidad del espectro y de la diversidad de sus movimientos asociativos y asumir el lema de “nada sobre nosotros sin nosotros”
Más allá de encender luces azules es importante concienciar de que los derechos de las personas autistas están lejos de ser respetadas. La falta aún de formación de los profesionales les niega el derecho básico a tener un diagnóstico fundamentado y por escrito en muchas ocasiones, especialmente en las personas adultas con síndrome de Asperger y particularmente en las mujeres.
El derecho a una respuesta educativa adecuada tampoco es mayoritariamente respetado. Los índices de acoso escolar en el alumnado con Síndrome de Asperger son una realidad sangrante hoy en día. La intervención socio-educativa en la infancia tiene que ser asumida por las familias a través de asociaciones.
La Estrategia Española en Trastornos del Espectro del Autismo, aprobada por el Consejo de Ministros el 6 de noviembre de 2015 sigue siendo una declaración de intenciones en vía muerta, sin concreción ni presupuestos. Los apoyos para la inserción laboral son aún muy insuficientes y está reconocer el necesario concepto de “discapacidad social” que puede ser tan incapacitante como cualquier otra, sobre todo porque se origina desde la sociedad, por falta de comprensión e información. Por eso sigue siendo necesario el día de la concienciación y de la aceptación del espectro autista.
Las personas autistas tienen derecho a ser respetadas en su diversidad, a no ser sometidas a pseudoterapias o a tratamientos supuestamente “terapéuticos” que pretendan una normalización forzada o que dañen su integridad física. Las autoridades deberían perseguir a aquellos embaucadores que se aprovechan de la ignorancia de los padres para enriquecerse vendiendo humo, agua o lejía como remedios milagrosos, cuando no, sometiendo a niños y niñas indefensos a dietas sin fundamento o a tratamientos agresivos y perjudiciales para la salud.
Entendemos los días internacionales como una oportunidad para reclamar que queda mucho por hacer, mucha formación para la detección y la atención temprana y muchos derechos aún por conquistar por y para todo el colectivo.